Cuando te gustan las series de naves espaciales en un mundo que no parece interesarse por ellas, te aprendés a conformar con poco. El problema es muy simple: Presupuestos altos y grupos de televidentes cada vez menores… Los geeks y nerds modernos prefieren los superhéroes, el apocalipsis, la post apocalipsis y la fantasía urbana; pocos somos los que seguimos mirando para arriba. 

Como si esto fuera poco, cada vez se espera más de las series de televisión, y si es ciencia ficción mucho peor. Se ha subido la vara. Fue así como 3 de los grandes clásicos de la generación pasada se transformaron en películas o van rumbo a hacerlo: Star Trek, Stargate y Battlestar Galactica, que dado el margen presupuestario menor, y esta característica de “nicho” que les está tocando atravesar, se han convertido o han vuelto a ser largometrajes. Es más, durante algunos años hemos debido conformarnos con que absolutamente ninguna serie espacial saliera al aire. 

Con el relanzamiento de Star Wars, nuevamente estamos colocando nuestra mirada en el cielo, pero llevará un tiempo revertir la tendencia que se viene dando en los últimos años. 

Lo bueno de Defying Gravity, o por lo menos lo que a mí me atrapó, es la humanización de la ciencia ficción. Continúa con un precedente que han sentado ya series como Galáctica o Firefly, donde el ser humano es el protagonista, y no sus aventuras como un eje ajeno a la persona.

Además, cuando la ciencia ficción se centra en un futuro cercano y alcanzable, y limita dentro de los límites de la razonabilidad el factor “alien”, se vuelve un poco más atrapante. 

Los efectos son muy buenos, la interacción con el pasado la vuelve amena para aquellos que no sean defensores del género, y con su cuota (bastante alta) de drama busca ampliar sus posibilidades acercándose al sexo femenino, el cual en líneas generales rechaza la ciencia ficción. 

Los personajes, salvo raras excepciones, están muy bien construidos y se los ve muy humanos. Nadie es totalmente malo, totalmente bueno ni totalmente infalible. Las relaciones se han construido de un modo casi estratégico, lo que hace que no se vuelva la novela de las 3 de la tarde y pueda ser mucho más que eso. 

Defying Gravity fue incorporada recientemente a la grilla de Netflix Latinoamérica, y ha llegado así a un público en el que su difusión, incluso por medio de la peritaría, había sido escasa. 

Muchos pueden encontrar un problema en que la serie no tenga un final concreto, pero la realidad es que el “Season/Series Finale” es bastante concluyente respecto de la primera aventura y, dejando cabos sueltos, no termina en un cliffhanger(*). Esto puede ser beneficioso para quienes se animen a mirarla, pero por si aún tenían alguna duda al respecto, haciendo clic aquí podrán leer el destino que tenía planificado el creador de la serie (James Parriott) para cada personaje e historia. Esto probablemente aporte un poco de sentido de conclusión en sus mentes, las cuales, como en cualquier ser humano, buscan un final concreto.




(*) Momento de suspenso e inconcluso al final de una parte de una historia en cualquiera de sus formatos.