Game of Thrones el domingo fue lo que no es. Y nos encantó… No para que episodios como este sean una constante o una regla, pero es una hermosa excepción que de una vez por todas las cosas salgan como todos planeamos, esperamos o deseamos… 

Fue una soberbia demostración de lo que pueden hacer un inmenso prepuesto, una línea argumental bien construida y personajes que han crecido de una forma tan increíble. 

De cierto modo, podría decirse que fue una noche de chicas, donde todo el “Girl Power” quedó exhibido y ellas dominaron el destino de todos y marcaron cada punto y contrapunto. 

Sin sobrecargar el episodio de personajes o tramas, se han dedicado la cantidad justa a cada una de ellas. Meereen y Winterfell nos han mostrado 2 escenas de batallas muy diferentes, con contrastes y temperaturas diferentes, con hielo y con fuego…

En Meereen

Las escenas de Meereen son fantásticas. La primera, en la cual Dany y Tyrion descubren las virtudes y flaquezas de cada uno sin echarse en cara los errores que cada cual pudiere cometer, es excepcional… Causa gracia, une a los personajes que hasta el momento parecían desconocidos. 

En la negociación, por otro lado, Dany es Dany, y nuevamente demuestra por qué se merece ser la reina de todo y mucho más. 

De hecho, hemos descubierto que (casi por arte de magia) sabe controlar a sus dragones. Son una manada, que tiene un líder de otra raza. 

¿Será su reciente nueva relación con el fuego la que ha potenciado este contacto y entendimiento con sus “hijos”? En los libros, podemos asumir que sería el famoso cuerno de los Greyjoy, pero en este caso seguramente es algo más espiritual e inexplicable. O tal vez una licencia que se han tomado en la serie para simplificarle las cosas a los no lectores. 

Sea como sea, el vínculo se ha fortalecido. 

Los efectos especiales del ataque de los dragones son formidables y se acercan bastante a lo que estábamos esperando, por lo que es sumamente satisfactorio ver cómo Dany se aleja poco a poco de ese rol en el cual muchos asumían que estaría. 

Muchas veces los fans de Game of Thrones, sobre todo desde que la serie está en auge, pecan de teorizadores extremos. Todo da lugar a enemigos ocultos, historias misteriosas y planteos que nada tienen que ver con el espíritu de esta historia. Por ejemplo, si bien se ha hablado mucho al respecto, es altamente improbable que Dany se convierta en “La Gran enemiga Malvada”, simplemente porque en Juego de Tronos NO HAY antagonistas de este tipo. No existen los Saurons, ni los Voldemorts. Todos tienen defectos y virtudes. Daenerys, concretamente, aparenta tener una tendencia casi genética a prender fuego todo. Pero para eso está Tyrion con ella. El enano puede controlarla y hacerle entender cosas que, con Selmy, eran mucho más complicadas. Parece que, más allá de su estatura y los errores que ha cometido, el enano es muy valioso para la reina. 

La tercera escena, es la llegada de los Greyjoy a Meereen. Dany los recibe y entre Yara y ella se genera una tensión casi sexual. Las miradas cómplices, las sonrisas, las palabras. Hay una mística lésbica increíble que han forjado entre los 2 personajes femeninos más fuertes de la serie que es candidata y continuar desarrollándose en el futuro. 

Lo que sorprende aquí son los pilares de la política westerosi que quiere implementar Daenerys: 

  • Bregará por la integridad de los 7 reinos.
  • Prohibirá el saqueo y las violaciones.
Ambas cosas pueden resultar complejas. Por un lado, el trono del norte podría volver a ser independiente y, unirlo a su corona será por lo menos complejo. 

Lo segundo es prácticamente imposible considerando que cruzará en barcos a un ejército de nómadas que tienen el mismo modus operandi que los Greyjoy y que son su principal fuerza de choque.

Sea como sea, Yara se compromete a hacerlo siempre y cuando el Trono de Sal sea suyo. No obstante, la negociación en sí misma cambia un modo de vida de todo un reino, y esto podría ser complejo de explicar para Yara. 

Ahora sí Daenerys lo tiene todo para emprender su viaje: 

  • Un consejero fiel y preciso, en el que ella confía.
  • Una flota de barcos lo suficientemente grande.
  • 3 dragones que le responden.
  • Un ejército.
¿Será ese su destino en el próximo episodio? ¿Dejará a un senescal en Meereen para finalmente, luego de 6 temporadas, afrontar su destino y navegar a través del Mar Angosto para reclamar lo que es suyo con sangre y fuego?


En Winterfell

La batalla de los bastardos derrocha Hollywood. Los efectos especiales, la coordinación de la escena, cada momento… Todo ha sido específicamente planeado para que deslumbre y sorprenda. 

Es tan predecible que muchos han salido disgustados, pero creo que si de vez en cuando la serie nos da lo que queremos, no se está causando ningún daño a largo plazo.

Muchas dudas se habían generado, porque justamente, estamos acostumbrados a que siempre ocurra el peor de los pronósticos, algo que no puede ser pronosticado o, en el mejor de los casos, que el resultado sea como esperábamos pero con algún pequeño desvío. En este caso pasó exactamente todo lo que era deseable por la gran mayoría o al menos predecible: 

  • Muere Rickon.
  • Los Arryn llegan y salvan el día de la mano de Sansa y Meñique.
  • Jon gana la batalla de los bastardos y le da una paliza a Ramsay.
  • Finalmente, Sansa mata a Ramsay.
Comenzando desde el principio, deberíamos decir que el reencuentro entre Sansa y Ramsay es fabuloso. En general, Sansa ha estado fabulosa en todo el episodio. Siempre lo he dicho: Sansa es de los mejores personajes de la saga, no por quién era cuando esta comenzó, sino por el potencial que tenía. Arya, Jon, Robb; cada uno con sus matices, estaban medianamente constituidos al iniciar la historia. Con Sansa quedaba mucho por hacer. Era una niña sensible y femenina, que vivía en un mundo rosa y feliz… Pero le comienzan a pasar cosas: Vive a merced de Joffrey, matan a su padre frente a ella, se casa con Tyrion, pasa mucho tiempo junto a Meñique y, finalmente, termina con Ramsay. Aprende de los mejores y de los peores, pero sabe jugar el juego. Ya no es una niña, y cada uno de ellos le ha dejado una experiencia que la han hecho lo que hoy es. 

Su discusión con Jon respecto de quién es Ramsay y su certeza de que Rickon saldría muerto de este asunto son al mismo tiempo sorprendentes y confirmables. Jon, obvio, es demasiado honorable y sentimental como para asumirlo, y deja que el juego de Ramsay lo lleve a una batalla pasional, alejada de los planes iniciales. 

Las imágenes de la batalla son sorprendentes, y se juega mucho con los sentimientos del espectador. Desde la muerte de Rickon, donde más allá de todo pronóstico en nuestro subconsciente albergábamos una esperanza, hasta la llegada de Sansa con los hombres del valle, nos llevan como televidentes a sentirnos cada vez más frustrado y desesperanzados; deseosos de la llegada de Meñique (por primera vez en la historia).

La cara de Ramsay se va transformando a lo largo del episodio. Es increíble ver cómo la sorpresa de la llegada de los caballeros del valle lo cambia rotundamente. Muchos especulan que éste verdaderamente ha sido el propósito de Sansa al ocultar esta pieza clave de información a Jon, otros creen que es una cuestión de confianza, y muchos parecen estar convencidos de que en realidad Sansa detesta a Meñique por lo que ha hecho con ella, y es tan avergonzante haberle pedido ayuda que no puede evitar ocultarlo. 

Sea como sea, la joven loba ha salvado el día; y probablemente sabremos más en el episodio venidero.

La llegada a Winterfell es gloriosa. La muerte de Wun Wun marca el fin de una raza entera y es, probablemente, la caída más trágica de todo el episodio. Hay muchos factores para observar respecto de este arribo. En primera instancia, la forma en que Jon pierde los estribos y deja salir al lobo para atacar a Ramsay es excelente y muy apreciado por los seguidores de los Stark, pero al mismo tiempo, es capaz de frenar ante la atenta mirada de su hermana que le ha jurado hace tan sólo un día su muerte al bastardo de los Bolton. 

Muchos especulan hoy de lo que serán los próximos episodios y una hipotética “pelea” que existirá entre Jon y Sansa por determinadas cuestiones de gobierno del Norte. Obviamente discutirán, eso está claro, pero no creo que sea un factor clave o determinante. 

Se pondrá en duda el verdadero heredero del Trono de Winterfell. Debemos recordar que Jon es extremadamente honorable, y sería muy extraño que sin estar legitimado como hijo trate de usurpar un espacio que, hasta la llegada de Bran, es legítimamente de Sansa. 

Muchos han cuestionado por las redes sociales varios temas que aclararé a continuación:

¿Quién es el heredero del trono de Winterfell?
Claramente Bran Stark. 

¿Puede Jon heredar ese trono?
Depende la teoría, pero debería ser legitimado por un rey para que así sea. En la serie, la legitimación hecha por Robb no ha existido (esto se circunscribe a los libros), y Jon mismo ha rechazado la legitimación que le ofreció Staniss. 

¿Sansa se casará con Meñique?
Esto por ahora lo desconocemos. No obstante debemos recordar que Meñique ha estado enamorado de Cat durante muchos años y que Sansa es la hija que más se parece a ella, tanto en carácter como en fisonomía. 

¿Se perderá el apellido Stark si Bran nunca llega y Sansa es la heredera legítima del trono del Norte?
No necesariamente. En muchos casos ha prevalecido el apellido más antiguo o de la casa más relevante. Ha pasado en muchas casas de los 7 reinos y en el mundo real en las coronas de Inglaterra y Holanda, por ejemplo. Ciertas normas de los “apellidos” comunes no aplican a las monarquías. 

¿Puede Bran heredar el Norte siendo además el cuervo de 3 ojos?
La pregunta no tiene demasiado sentido, ya que poco tiene que ver una cosa con la otra. Mientras una cosa es un título nobiliario, la otra es una cuestión mágica, esotérica, por así decirlo.

El episodio termina con lo que todos esperábamos. Sansa finalmente perpetrando su venganza a Ramsay. En medio, el bastardo dice algo así como: “Ahora soy parte de ti”, y esto ha necesitado aclaraciones posteriores, ya que con la teoría del embarazo al acecho, muchos han hecho esta asociación. Los creadores, han explicado que en realidad es por la forma en que Sansa ha cambiado y como las actitudes de Ramsay han quedado imprimadas en ella. 
“Tus palabras desaparecerán. Tu casa desaparecerá. Tu nombre desaparecerá. Todo recuerdo de ti desaparecerá.” 
Con estas palabras, y una leve sonrisa en su rostro, Sansa abandona a Ramsay Snow para ser engullido por sus propios perros.